A raíz de salir el vídeo en Youtube con la tarta de queso japonesa, la cual lleva chocolate blanco y eso es una auténtica bomba de calorías, la hice claro, pero me acordé de otra tarta de queso japonesa que yo había realizado hace tiempo que era solo con queso, sin chocolate.
Hace años encontré una página que se llama "Al calor de un bizcocho", tienes recetas para chuparse los dedos, y allí publicó la receta que os comento, os pongo el enlace por si queréis ver la receta original: http://www.alcalordeunbizcocho.es/japanese-cheesecake-tarta-de-queso-japones/
He modificado un poco las cantidades para adaptarlo a un molde un poco más pequeño.
Ingredientes:
250 grs. queso crema
50 ml. leche entera
55 grs. mantequilla
3 huevos medianos
75 grs. de azúcar blanquilla
30 grs. harina floja (repostería)
10 grs. Maizena
Papelito blanco de gaseosa de Mercadona
1 cucharadita de esencia de limón grande
Ralladura de 1/2 limón grande
Una pizca de sal
Preparación:
Poner en un cazo el queso, la mantequilla, leche y azúcar. Poner al fuego y remover suavemente hasta que tengamos una crema homogénea.
Separar yemas de claras. Añadir las yemas a la crema de queso junto con la esencia de limón, ralladura y harina + maizena tamizadas. Reservar.
Montar las claras a punto de nieve con el cremor tártaro o el sobrecito de gaseosa de Mercadona y añadir poco a poco y con movimiento envolventes a la crea anterior, para evitar que se bajen las claras.
Forrar un molde de cake con papel aluminio y engrasar.
Hornear al baño maría 1 hora más o menos. O hasta que el pastel esté dorado.
Una vez apagado el horno, dejaremos el pastel dentro con la puerta entreabierta.
Luego podemos desmoldar y espolvorear con abundante azúcar glas.
Mucho más rico al día siguiente cuando haya estado unas horas en la nevera.
Está exquisita, tierna y con un agradable sabor a limón, aunque a Luis, mi pareja, le gustan las tartas de queso que sepan a queso, no a limón.